Hola marineros, hacía mucho tiempo que no nos pasábamos por aquí a escribir ningún post pero hemos observado muchas veces que nos hacéis siempre la misma pregunta…..»oye, y cuánto me duran estos mejillones?», «que fecha de caducidad tienen estas almejas?»….»pero como duran tantos años las latas sin ponerse malas?»…Muy bien, pues aquí os solucionamos las dudas apareciendo de nuevo por aquí con este artículo donde esperamos poder dejaros claro el tema, y esperamos no tardar en escribir de nuevo tanto tiempo otros artículos interesantes siempre relacionados con el mar.
Las latas han sido diseñadas para mantenerse en perfecto estado durante años (es la gracia del asunto), por lo que la fecha que viene con ellas es de consumo preferente. Pero, entonces ¿cuál es la fecha de caducidad de las latas de conserva? ¿Cuánto duran realmente?
Primero de todo hemos de distinguir entre la fecha de consumo preferente y la fecha de caducidad, pues no es para nada lo mismo. Al estar herméticamente cerradas y esterilizadas, los alimentos se conservan aptos para el consumo durante mucho tiempo y, precisamente es por eso que hay conservas que no caducan sino que tienen consumo preferente. Ésta se refiere al periodo de tiempo a partir del cual el alimento puede empezar a perder sus propiedades, pero sin resultar perjudicial para el organismo como pasa con otros alimentos que si caducan y que por tanto ya no serían consumibles.
El mejor ejemplo de esto se da en 2012, cuando Hans Feldmeier, un reputado farmacéutico alemán, llevó a las autoridades sanitarias de su país una lata de manteca del año 1948( 64 años tenía la lata) para comprobar si aún se podía consumir. Para el asombro de todos, dichas autoridades determinaron que la lata se encontraba en perfecto estado para el consumo y únicamente había perdido el sabor y el olor original. Un caso similar ocurre en Estados Unidos cuando recuperan latas de miel, tomates y ostras en conserva de un barco de vapor hundido en el río Misuri que al analizarlas en el laboratorio descubrieron que eran perfectamente comestibles y que solo habían perdido el aspecto inicial y las vitaminas A y C y que el resto de las propiedades permanecieron intactas.
Por lo tanto, en caso de catástrofe, las conservas son un valor seguro, por lo que puedes llenar tus despensa de las nuestras. Sin embargo, no debemos generalizar esto a todos los alimentos de este tipo. Es importante prestar atención al tipo de alimento, el tipo de envase que lo alberga y el proceso de enlatado. También es importante deciros que se puede congelar el atún de lata y otras conservas para ser consumidas tras su fecha de consumo preferente. Además, también es de vital importancia asegurarnos de que las latas no están abolladas ni fracturadas por ninguna parte. De lo contrario, pueden tener pequeñas fisuras que pongan en riesgo la conservación del alimento y lo conviertan en perecedero o, mejor dicho, con fecha de caducidad.
Amantes de las conservas y también coleccionistas, les gusta hacerse con latas de hace décadas, porque hay quien piensa que el alimento por dentro va a mejorar su sabor y textura, por ejemplo hay consumidores que se pierden por las famosas sardinas «millesimes», que llevan muchos años añejándose dentro de la lata y son consideradas hoy el día la mar de gourmet . Lo que sí hay que tener muy claro marineros es que para que una conserva mejore con el tiempo, es imprescindible que el (buen) aceite de oliva virgen extra forme parte de la elaboración artesanal de dicha conserva, porque el aceite de oliva penetra en la sardina, que se vuelve más melosa y, además, la espina se confita, volviéndose casi imperceptible convirtiéndose en un bocado más amable para el paladar, dando sabores mas suaves y elegantes, pero eso si, respetando la conservación en un lugar fresco y seco a rajatabla.
Este fenómeno ha llevado a que en países como Francia de grandísima tradición conservera haya un pujante mercado de conservas añejas y también hay empresas de nuestro país que han decidido lanzar pescados al mercado que han pasado previamente un buen rato en conserva.
Las conservas de pescado azul mejoran con el tiempo sí o sí. Las que no lo hacen son las que están sumergidas en aceite de girasol, por un motivo de calidad, ni en escabeche porque el vinagre es muy ácido y va dejando al mejillón, por ejemplo, arrugado y consumido.
Y os estaréis preguntando…y que ocurre con las almejas o los berberechos??, pues bien….también mejoran su sabor transcurridos unos años en la lata, mejora su sabor a mar, se potencia.
La fecha de caducidad por tanto es un dato que la ley de consumo obliga a indicar en todos los alimentos muy perecederos como es carnes, pescados, lácteos….se informa de cuando un alimento deja de ser seguro para el consumo desde el punto de vista de sanitario y no se deben consumir esos productos cuando la fecha de caducidad ha vencido.
En cambio, la fecha de consumo preferente se aplica para otros alimentos que no son tan perecederos como los anteriores, e informa del momento hasta el cual las características organolépticas de ese alimento, como el olor, sabor, textura, color y aroma se mantienen de forma intacta como cuando ese alimento se envasó. Pero esa fecha no determina que ese alimento no es apto para el consumo desde el punto de vista sanitario, si no que solamente, sus características pueden haber variado. Queda por tanto claro que aun cuando la fecha de consumo haya vencido, ese alimento es bueno para el consumo.
Asique las conservas jamás tendrán fecha de caducidad!