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El «fish and chips» no es tan británico como pensabas

Cuando pensamos en la gastronomía británica, uno de los platos que se nos viene a la cabeza es el fish and chips, un clásico indiscutible. Pero este matrimonio bien avenido de pescado frito y patatas es mucho más que un fast food, es todo un símbolo de la cultura y la historia del Reino Unido.

Cómo os quedáis si os contamos que puede tener su origen en el «pescaíto frito» de Andalucía?

La historia detrás del plato

El origen del fish and chips se remonta al siglo XVI. Aunque hay disputas sobre quién lo inventó, se cree que los inmigrantes judíos sefardíes provenientes de España y también de Portugal que llegaron a la zona este de Londres, fueron los primeros en combinar pescado frito con patatas fritas, porque ellos ya veían que se venía haciendo en Andalucía con las típicas frituras de «pescaíto» que todo hoy en día conocemos.

Foto de archivo. Inmigrantes judíos desembarcando en Reino Unido

Cuando estos inmigrantes judíos entraron en las islas británicas en el siglo XVI lo hicieron huyendo de la Inquisición española al no querer convertirse al Cristianismo y empezaron a vender este plato por las calles de Londres.

Aunque el pescado frito entró temprano en la cocina británica, las patatas fritas no aparecieron hasta un poco más tarde. Si bien hoy en día, las patatas se consumen comúnmente en la mayoría de las cocinas del mundo, se originaron en América del Sur y se cree que no llegaron a Europa hasta tiempo después.

Durante la Revolución Industrial, este plato se popularizó como una comida económica y rápida para los trabajadores de las fábricas y los marineros. Rápidamente las tiendas de fish and chips se multiplicaron por todo el país, y pronto se convirtieron en un básico de la comida británica.

La preparación de este plato tiene su origen en la costumbre, los judíos lo elaboraban los viernes para comerlo en Sabbat, pues ese día no se permite cocinar porque para ellos es día de descanso, el rebozado les servía para conservar el pescado para poder comerlo frío y sin sacrificar demasiado el sabor al día siguiente. El pescado frito, especialmente los viernes por la noche antes del sábado, se convirtió rápidamente en un éxito entre los religiosos pero también entre los no religiosos por igual.

Algunos historiadores de comida sostienen que un inmigrante judío, Joseph Malin, abrió la primera tienda de pescado y papas fritas de Inglaterra frente a un pub llamado Lady Franklin en 1860, y permaneció en el negocio durante más de cien años, según lo informado por la web Roman Road London . Un historiador, John Walton, afirmó que la primera tienda de ‘fish and chips’ en realidad apareció en el norte de Inglaterra en 1863, pero luego se retractó de su declaración, dejando el título del primer vendedor de pescado y papas fritas a Malin.

¿Por qué es tan popular?

Fish and chips con puré de guisantes y salsa tártara

Es difícil determinar por qué algo se vuelve popular en poco tiempo. En el caso del fish and chips podría deberse a su extrema sencillez, su sabor clásico y también el valor nostálgico y de tradición que trae consigo.
El contraste entre el pescado tan crujiente y las patatas tan doradas es algo irresistible para cualquiera. La combinación de sal, vinagre y salsa tártara realza los sabores y crea una experiencia gastronómica única.
El fish and chips evoca recuerdos de la infancia, paseos junto al mar y noches en la feria para un británico. Es un plato que se transmite de generación en generación, creando un vínculo emocional para las personas de este país.
Como bien sabemos, esta nació como una comida rápida y económica, y se ha mantenido asequible a lo largo de los años. Puedes encontrarlo en todos lados, desde pequeñas tiendas locales hasta restaurantes de alta cocina. Para un británico es un plato que le llena de orgullo nacional.

¿Cómo se elabora el fish and chips?

La técnica distintiva entre un buen o mal fish and chips radica en cubrir el pescado con una masa de harina y huevo, a veces mezclada con cerveza, para lograr un rebozado crujiente y dorado al freírlo. Las patatas fritas, gruesas y suaves por dentro, completan el plato, a menudo acompañadas con la clásica sal, vinagre y salsa tártara.

La técnica de la fritura proviene ya de los romanos, ellos fueron los pioneros en el uso del aceite de oliva, y este arte culinario, viajó desde el Mediterráneo hasta el norte de Europa. Durante la Edad Media, la Península Ibérica se convirtió en un centro clave de producción de aceite de oliva, especialmente debido a las necesidades de las comunidades musulmanas y judías, que no consumen manteca de cerdo. Esta práctica evolucionó con el tiempo, consolidándose como una parte fundamental de la cocina.

El pescado, símbolo de fertilidad en la cultura hebrea, pero altamente perecedero, se conservaba mediante técnicas como la salazón, el ahumado o el escabeche, una preparación de origen andalusí que implicaba una fritura previa y el uso de una salsa de aceite, especias y vinagre.Sin embargo, cuando esta elaboración llega al Reino Unido, uno de sus elementos principales, el aceite, se sustituyó por grasas animales u otros aceites más accesibles localmente.

El mejor pescado para la receta de fish and chips queda a criterio personal, pero uno de los que más se utiliza para este tipo de preparación es el bacalao, aunque se puede utilizar el abadejo o la raya.

Las patatas se cortan en bastones o tiras gruesas y también se fríen en aceite caliente hasta que estén crocantes. Se puede aplicar una cocción previa para tenerlas precocidas al momento de hacer la receta, y lograr así unas papas fritas crocantes.

Este plato se puede acompañar además, por guisantes o puré de guisantes y sobre todo con nuestra exquisita salsa tártara.

¡ Riquísima salsa tártara !

Top 5 para comer un buen Fish and Chips si visitas Londres

Oliver’s Fish & Chips

Como cabría esperar de una zona tan concurrida como Belsize Park en Londres , Oliver’s ofrece el tradicional fish and chips para comer en el local o también tienen la opción para llevar

Precio: Bacalao, patatas fritas y salsa tártara, 13,95£ (15,99€).
Dirección: 95 Haverstock Hill, London NW3 4RL

Golden Union

Carteles de neón, mesas de un brillante amarillo y botellas de ketchup en forma de tomate: todo esto le da a este moderno restaurante el encanto retro de un diner americano, pero el menú es 100% British. Todo el pescado y las patatas vienen de terreno y aguas británicas y se cocinan frescos, no congelados.

Precio: Bacalao grande con patatas, 13,95£ (15,99€).
Dirección: 38 Poland St, London W1F 7LY

Kennedy’s

Uno de los ejemplos más auténticos de freidurías de fish and chips que encontrarás en la M25, Kennedy’s es el tipo de local en el que no se come: la idea es que te vayas comiendo las patatas fritas directamente del papel de periódico en el que se sirven mientras vuelves a casa. Aunque, claro está, nadie te obliga a marcharte una vez tienes el paquete entre las manos, y tampoco es mala idea quedarte para disfrutar de la alegre cháchara del personal mientras te pones las botas.

Precio: Bacalao grande con patatas, 10£ (11,43€).
Dirección: 5 Leigham Court Road, Streatham Wells SW16 2ND

Seventeen

Tiene las lámparas incandescentes, las cervezas artesanales y los azulejos blancos en las paredes de un negocio pop-up de lo más hípster, pero las porciones generosas y la atmósfera acogedora son dignas de la cocina de tu abuela. Una combinación ganadora, sobre todo cuando el producto se fríe con tanto mimo:

Precio: Bacalao con patatas, 13,45£ (15,40€).
Dirección: 17 Chestnut Grove, Balham SW12 8JA

Poppies

Pat ‘Pop’ Newland empezó su carrera en la freiduría del East End con solo 11 años, cuando le dieron el trabajo de cortar periódicos viejos para envolver las patatas. Más de medio siglo después, al fin ha abierto su primer restaurante en Spitafields. El pescado viene del mercado de Billingsgate y la estética es un alegre chic cincuentero.

Precio: Bacalao con patatas, 13,95£ (15,99€).
Dirección: 6-8 Hanbury St, London E1 6QR

Te animas a probarlo?