En Delamar Gourmet somos especialistas en conservas artesanas del mar, ya sabéis que podéis encontrar hasta lo mas inimaginable del mar en lata es nuestra tienda y que siempre estamos en constante búsqueda de la alta gastronomía marinera en lata.
Hay tres conservas que a día de hoy no dejan de sorprenderos y que en Navidad obviamente las consumís mucho mas. Estas conservas son: percebes, angulas y cocochas de merluza. Altísima gastronomía marinera en lata para satisfacer a los paladares mas curiosos.
Percebes
Empecemos hablando de los percebes….esos exquisitos percebes gallegos! El percebe es un crustáceo marino que vive fijado a las rocas que reciben cada día un fuerte oleaje en las frías aguas del Atlántico.
Es de muy laboriosa y dificultosa extracción. Para extraer el percebe los percebeiros emplean una raspa o raqueta, y deben tener un especial cuidado en no quebrar la parte musculosa del percebe, ya que de esta manera el percebe mantiene sus propiedades de frescura durante más tiempo, así como todo su valor gastronómico.
Los percebeiros solo pueden recolectarlos cuando la marea está baja y pueden acceder mejor a las rocas. O sea, solamente se pueden cosechar cuando la marea lo permite, unas pocas horas al día. Fuera de esta ventana limitada, los percebes están cubiertos por agua y es demasiado peligroso recolectarlos.
Se encuentra en el mercado casi todo el año, siendo la mejor temporada para su consumo la del invierno. Del percebe se come la parte del pedúnculo, por donde se fija a las rocas. En las batidas costas gallegas de zonas tales como Aguiño, Costa da Morte, Cedeira o Lira, crecen probablemente los mejores percebes del mundo, y estos son los que en Delamar Gourmet ofrecemos pero en lata.
Es un marisco que se toma cocido, hay muchas formas de llevar el tiempo para cocer el percebe. La más curiosa dice que entonces se reza un padre nuestro y se saca. Abre la lata y disfrútala! te lo traemos cocido y en lata para ti.
Angulas
Las angulas es el nombre que recibe el alevín de la anguila, único alevín permitido por las leyes de pesca. Cuando se encuentra en los mercados de pescado suele tener 1 g de peso y mide algo menos de 8 cm de longitud. Las angulas comercializadas suelen estar cocidas, y en caso de estar vivas son transparentes.
En España se recolecta principalmente en la desembocadura del río Miño. Suele hacerse por la tarde cuando hay poca luz (casi a oscuras) y en pleamar, ya que la angula florece a la superficie.
En España es muy tradicional en la gastronomía de Cantabria, Vizcaya, Asturias y Guipúzkoa, pero su popularidad se ha extendido a otras partes del territorio. El plato más conocido es angulas a la bilbaína servido en una cazuela de barro con ajo, aceite de oliva y cayena ahumada para dar un toquecito picante. Se conoce no obstante también fuera de nuestras fronteras, en la gastronomía francesa de las comarcas de Nantes, La Rochelle y Burdeos.
Las angulas se suelen comprar ya precocinadas, generalmente envasadas al vacío, en este caso tienen un color blanco o ligeramente negro. Depende fundamentalmente del tiempo que han pasado en el río; las negras han pasado más tiempo y son generalmente menos valoradas. En el caso de adquirirse vivas se suelen matar con tabaco disuelto en agua, luego se lavan (con el objetivo principal de quitarles la baba y pequeños palos y ramas que quedan en el cedazo) y posteriormente se cuecen en una salmuera donde adquieren el color blanco habitual.
También puede encontrarse elaboradas en ensaladas o bien como acompañante de platos de pescado y marisco, pero En Delamar Gourmet te las ofrecemos también en lata, preparadas a la bilbaína para tomar así o incorporar a recetas.
Los elevados precios de la angula en los mercados de pescado, unidos a la escasez de la angula en los ríos, han hecho que se haga muy popular un sucedáneo de ella elaborado con surimi a base de abadejo procedente de Alaska. Es popularmente conocido como «gula», nombre que realmente corresponde a una marca comercial concreta de dicho producto. Para elaborar un kilo de surimi son necesarios cinco kilos de pescado. La industria alimentaria ha ido mejorando poco a poco las cualidades y las similitudes, y desde hace tiempo son mayoritarios los sucedáneos que imitan los colores grisáceos y ojos de la angula original.
Cocochas de merluza
Las cocochas de merluza se obtienen específicamente de lo que vendría a ser la barbilla de la merluza. Es importante decir que, son una parte muy preciada del pez y es extremadamente difícil de sacar sin dañarlas (proceso en el cual se utiliza un cuchillo bastante afilado para poder hacer un corte perfecto).
No siempre fueron tan valoradas en cocina. Debido a su textura gelatinosa, fueron durante muchas épocas un producto de tercera, vendidas junto con las vísceras y las huevas. A la hora de prepararlas, antes de cocinar es recomendable retirarles las “colas” o piel sobrante, quedándonos tan solo con la parte carnosa.
Las cocochas de merluza se sacan de la parte inferior de la barbilla de este pescado. Es un producto muy demandado que se puede disfrutar todo el año. En cualquier merluza son un bocado selecto, pero son las de las merluzas de pincho las más solicitadas por su alta calidad. La merluza de pincho es un tipo de merluza capturada mediante el método conocido como “pesca de anzuelo”. Esta técnica se caracteriza por ser selectiva y artesanal, y está orientada a la captura de ejemplares de merluza de tamaño pequeño a mediano, especialmente aquellos que se encuentran en su etapa juvenil
Después de subidas a bordo las merluzas, los marineros proceden a quitar las cocochas con sumo cuidado. Saben de la importancia de la tarea que tienen entre manos: obtener uno de los manjares más apreciados de nuestros mares.
Las famosas cocochas al “pil pil”, son un plato típico de Euskadi. Se preparan poniendo en una cazuela de barro abundante aceite de oliva virgen extra, unos dientes de ajo laminados, la guindilla y una pizca de sal (el perejil es optativo). Hay que dejar dorar ligeramente los ingredientes y luego se retiran. En el mismo aceite colocamos las cocochas con la piel hacia arriba y se menea la cazuela con movimientos circulares para que ligue el aceite y la gelatina que han soltado las cocochas. Repitiendo los movimientos las veces que sean necesarios hasta que la mezcla esté ligada y espesa. Cuando la salsa esté lista se le añaden los ajos y la guindilla. Suele servirse caliente en la misma cazuela donde las hemos cocinado
En Delamar Gourmet te las ofrecemos en lata ya cocinadas solo para ti!
Seguro que quieres probar las tres!!!!